fire




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sábado

INTOXICADOS



Estamos tan intoxicados uno del otro 

Que de improviso podríamos naufragar, 

Este paraíso incomparable 

Podría convertirse en terrible afección. 

Todo se ha aproximado al crimen. 

Dios nos ha de perdonar 

A pesar de la paciencia infinita 

Los caminos prohibidos se han cruzado. 

Llevamos el paraíso como una cadena bendita 

Miramos en él, como en un aljibe insondable, 

Más profundo que los libros admirables 

Que surgen de pronto y lo contienen todo.

PERDIÉNDOME EN TU CUERPO




Mi boca de poca risa
parte alegre hacia tu boca
y como siempre voy hacia tu cuerpo
estoy sin voz
a la hora de los besos.
Me detengo un minuto
en el silencio
para componer un canto a tus caricias
y voy perdiéndome en tu cuerpo.
La noche me envuelve lentamente
y las llaves de la casa
me recuerdan el regreso.

martes

NADA EN COMÚN



Nada en común tenemos; sin embargo
te escucho emocionada;
va tejiendo la luna hebras sutiles
en su telar de plata.

Abre la noche su corola fresca,
húmeda y constelada
en el círculo inmenso del espacio...
Y las horas se paran.

Canta el viento andariego cantos locos
que aprendió en la montaña;
peina la cabellera de los pinos
y brinca entre las zarzas.

Los arrayanes florecidos sueltan
su más rica fragancia
y en la pelusa de los llanos verdes
las luciérnagas bailan.

Mientras hablas, escondo mi tristeza
y te escucho, callada.
Eres tan claro y tan sencillo, tienes
transparencia de agua.

Despliega la ilusión en tus pupilas
su red de luces mágicas
y en tus labios agita el beso tímido
alas atolondradas.

Adivino el impulso que sofocas.
¿Dijiste que me amabas? 
¡Niño, qué mal comprendes el sentido
que encierra esa palabra!

Raíz que viene del profundo abismo
de las vidas pasadas,
con sus menudas flores de mentira
y sus frutas amargas.

Aún no miran tus ojos jubilosos
detrás de tu mirada;
se alcanza a ver el fondo de las cosas
después de muchas lágrimas.

¿Qué podría ofrecerte? ¿Qué sabrías
de mi pena apretada,
de mi amor mutilado y retorcido,
que sabrías de mi alma?

¿De mi canción que vuela hasta el lucero
y camina descalza?
¿De mi sed de belleza? ¿De mi ensueño
que me duele y me salva?

Nada entiendes de mí. Sólo me quieres.
Me codicias por rara.
¡Juventud delirante que desea
siempre lo que no alcanza!

Deleita tu palabra de ternura
en mi oído enredada
y la quietud de seda que nos une
cuando tu voz se calla.

Quisiera florecer en esta noche,
reír con risa franca,
abrir los brazos a la dulce vida
y encender mi esperanza.

Pero ya ves, tú empiezas el camino,
yo regreso cansada;
y dolores y sombras y recuerdos,
me persiguen y atajan.

La verdad en voz baja:
Por eso el quieto corazón te dice 
Nada en común tenemos. El encanto
de esta noche no basta.

domingo

INSTANTANEO



Instantáneo relámpago 
tu aparición

Te asomas súbitamente 
en un vértigo de fuego y música 
por donde desapareces


Deslumbras mis ojos 
y quedas en el aire

jueves

EL AMOR DE LOS AMORES




I
¿Cómo te llamaré para que entiendas 
que me dirijo a Ti, dulce amor mío, 
cuando lleguen al mundo las ofrendas 
que desde oculta soledad te envío?... 

A Ti, sin nombre para mí en la tierra, 
¿cómo te llamaré con aquel nombre, 
tan claro que no pueda ningún hombre 
confundirlo, al cruzar por esta sierra? 

¿Cómo sabrás que enamorada vivo 
siempre de Ti, que me lamento sola 
del Gévora que pasa fugitivo 
mirando relucir ola tras ola? 

Aquí estoy aguardando en una peña 
a que venga el que adora el alma mía; 
¿porqué no ha de venir, si es tan risueña 
la gruta que formé por si venía? 

¿Qué tristeza ha de haber donde hay zarzales 
todos en flor, y acacias olorosas, 
y cayendo en el agua blancas rosas, 
y entre la espuma libros virginales? 

Y ¿por qué de mi vida has de esconderte? 
¿Por qué no has de venir si yo te llamo? 
¡Porque quiero mirarte, quiero verte 
y tengo que decirte que te amo! 

¿Quién nos ha de mirar por estas vegas, 
como vengas al pie de las encinas, 
si no hay más que palomas campesinas 
que están también con sus amores ciegas? 

Pero si quieres esperar la luna, 
escondida estaré en la zarza-rosa, 
y si vienes con planta cautelosa, 
no nos podrá seguir paloma alguna. 

Y no temas si alguna se despierta, 
que si te logro ver, de gozo muero, 
y aunque después lo cante al mundo entero, 
¿qué han de decir los vivos de una muerta?

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