Yo no sé dónde está, pero su luz me llama,
¡oh misteriosa estrella de un inmutable sino!...
Me nombra con el eco de un silencio divino
y el luminar oculto
de una invisible llama. Si alguna vez acaso
me aparto del camino,
con una fuerza ignota de nuevo me reclama:
gloria, quimera, fénix, fantástico oriflama
o un imposible
amor extraño y peregrino...
Y sigo eternamente por la desierta vía
tras la fatal estrella
cuya atracción me guía,
mas nunca, nunca, nunca a revelarse llega!
Pero su luz me llama, su silencio me nombra,
mientras mis torpes brazos rastrean en la sombra
con la desolación de una esperanza ciega...
¡oh misteriosa estrella de un inmutable sino!...
Me nombra con el eco de un silencio divino
y el luminar oculto
de una invisible llama. Si alguna vez acaso
me aparto del camino,
con una fuerza ignota de nuevo me reclama:
gloria, quimera, fénix, fantástico oriflama
o un imposible
amor extraño y peregrino...
Y sigo eternamente por la desierta vía
tras la fatal estrella
cuya atracción me guía,
mas nunca, nunca, nunca a revelarse llega!
Pero su luz me llama, su silencio me nombra,
mientras mis torpes brazos rastrean en la sombra
con la desolación de una esperanza ciega...
2 comentarios:
Cuando muera la verá.
Besos.
Siempre peregrina.. siguiendo la estela de esa inalcanzable estrella que .. sin embargo.. guía tu camino..
Síguela .. tal vez te lleve a lo que anhelas..
Un abrazo
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