Como cuchillos fueron nuestros besos
en tanta sombra hiriéndonos callados.
Vida o muerte nos dimos
muchas veces,
tan ebrios de aquel vino con ceniza
que la luna vertía
en nuestro pecho.
¿De qué nos escondía nuestra carne?
La luz llegó desnuda,
devolviéndonos
lo robado a la noche,
su mentira.
y el recelo acampó
sus negros potros
en el desierto
campo de batalla.
De "Espejos" 1986 - 1991
Pre-Textos, 1991 Valencia-España
2 comentarios:
Magnífica selección, es un buen poema, de los que siempre tienen calidad en cualquier tiempo.
Un beso.
Gracias JM.
Besos.
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