NADA Y AlGUIEN

Yo soy Nadie…”

Dijo llamarse,

mientras iba recorriendo

con sus manos,

los paisajes prohibidos,

en aquel cuerpo de mujer

antes que él…

ignorados.

“…vos sos Alguien…”

En un Barco de Tontos,

con él… navegando.

hombre en mis brazos,

mujer volando…

“…yo soy Nadie…”

Hasta lo más profundo,

soñador y solitario.

Nadie para hacerme sentir,

Nadie para soñarme.

“…y vos sos Alguien…”

Diferente a las demás,

soñadora y solitaria,

Alguien Especial…

Alguien para Nadie.

Sinda Miranda

DESTINO

Sé que andas

por esos rumbos,

sin mí.

Simulas,

haberme encontrado,

detrás de aquella mujer.

Pero yo…

no estoy allí.

Caminas,

con los ojos cerrados;

sigues buscándome…

mi solitario soñador.

Y has pasado por mi lado,

me has mirado a los ojos…

quienes sin hablar te han dicho

“aquí estoy”

No me has reconocido,

todavía no…

UN SUEÑO

Cerrar los ojos,

imaginar que estamos allí,
aunque no estemos.

Soñar que comienza el sueño,
que juntos inventamos,
nuestro secreto.

Escuchar música,
a lo lejos
y seguir, por el camino,
que trazamos
hasta aquel punto 

y por fin...

... el encuentro.
Aquí comienza mi sueño:
"Miro que no hay nadie...
y te veo venir.
Oigo los pasos de tu andar,
hacia mí.
Te acercás.
Estamos soñando,
estamos despiertos.
Sonrisa, temor,
silencio, misterio.
¿Será la imaginación?
No espero eso".

El abrazo,
y en un latir apasionado,
nuestros cuerpos danzando.
La música, ritmo vivo.
Dos corazones latiendo,
vergüenza la mía,
por estarte sintiendo.
Sentir que no es un sueño,
y que estamos yendo lejos...
hacia algún lugar,
dónde tu cuerpo y mi cuerpo,
se están fundiendo.
Aliento, besos, caricias, 

estamos embarcados...
Y nó, en un Barco de Tontos.

¿Detenerse?

Imposible.

Solo seguir,
Sentir,
Volar,
Gozar,
Vivir...

Eres mío, Soy tuya...
... y somos libres

SUEÑO DE UN AMOR SIN DUEÑO

He de encontrarte
aunque valor me falte
para esperarte.

Y creeré que existes,
que llegarás,
sin saber de ti,
hasta necesitarte.

Pero para necesitarte,
primero deberé sentirte,
sentirte sin despertarme.

Que seas tú
quien despierte a mi alma
y le diga en silencio,
si es que ya puede amarte.

Creyendo conocerte,
me regocijo al verte,
desearte en este instante
y aquí mismo tenerte...

Este llevarte en mi mente,
y saberte sin poseerte,
hace que aunque no seas mío
mi yo, de mujer, te ame.