Vestido del abismo,
desprendes de tu paso
al ser nombrado
tu brillo más oscuro.
Ebrio,
más que ese fondo.
Terso, más que la noche
en que me envuelves.
Oh Tenebroso,
oh Tremendo,
allí te escondes.
Cuando despiertas nada queda.
Y yo estoy
entre mi sueño y tu despertar.
Voy de mi aliento a tu párpado,
estoy en juego
-como las cosas otras
que aniquilas-
cuando abres los ojos.
2 comentarios:
No permitas jamás que nadie te aniquile... Envuélvete de luz y no mires la oscuridad ...
Un inmenso abrazo
El otoño nos trae oscuridades. Es el momento de entrar en otros juegos. Un beso.
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