No tenemos nada en
común, pero sí todo
cuando me abrazas.
Dices que eres mía y
no entiendo cómo
puedes pensar así,
lo único que nos
pertenece es este
momento, en que
nuestros labios se
entregan en el tiempo.
Tenemos lo que
sentimos, eso es
nuestro.
A veces deseo que
el tiempo se detenga
cuando estoy contigo,
pero no puede ser así.
Somos un
par de sueños
después de tantos
insomnios.
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