"Ya no importa, te lo aseguro. No tienes porque darme explicaciones. Hace mucho supe que te habías marchado. Ya te había perdido desde hace tiempo. No lo quería aceptar. Pero hoy te lo digo con toda certeza - ya no importa-.
Dejé de esperar escuchar tu voz por las noches.
Poco a poco perdí las ganas de contarte mis planes.
Acepte que nunca tendríamos vacaciones juntos.
Comencé a dejar de hablar de ti en los desayunos.
Olvidé la nostalgia de los lugares a los que solíamos ir juntos.
Imaginarte con alguien más ya no era problema.
Llamarte y que me dijeras que estabas muy ocupado, ya no dolía tanto.
Estar sola volvía a sentirse bien.
Ya no escribo tu nombre al inicio de cada libro.
Ya no espero que suene el teléfono y diga tu nombre.
Olvide cuál fue nuestro último beso.
Escribirte y llamarte para explicarte que lo único que necesitaba era tu atención, ya no es mi plan de todos los días.
Comencé a creer lo que un día me dijo mi abuela: "nadie se casa con el amor de su vida".
Ya no escucho boleros.
No te retengo más... "
- Santiago Berti -
2 comentarios:
Hay boleros inolvidables que se quedan como vieja canción... pegada al alma. Tu prosa es real y sincera.
Es verdad lo que dijo tu abuela. Me gusta tu blog.
Saludos cordiales.
Gracias Ceciely, saludos de retorno....
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