(En corrido mexicano)
Atrevido y bragado y con reata de ixtle
a la luna le canto por enamorado.
Sombrero de fieltro y chapetas de cuerno,
alzada la frente y espuelas de plata,
airoso y valiente en la silla y machete.
Que soy de la tierra de los ahuehuetes,
magueyes de siembra y tunas al aire,
chaqueta dorada en gamuza y botones,
prendidas cananas que suenan mi nombre,
corbata de lana y sarape bordado
y un beso en el aire para enamorarla.
Bravío y arisco como el buen mariachi,
del lomo montado y en funda el revolver,
chaparrera y correones bien puestos y firmes
para echarle un grito a los valentones.
Y vengo cantando lo que canta el mirlo
por besar de nuevo sus labios y el trino,
los labios benditos que besara tanto.
Que se oigan los gritos pues no soy rajao,
que se oiga el revolver y corran al vado,
que yo he nacido para besarla
e hincarme en sus ojos por enamorado.
Lo canto y lo grito como buen jinete,
en la silla montado, en fuste dorado:
Es tan linda y hermosa
que besé la tierra que tocó su mano.
¡Que no hay mujer más bonita
y más bella
que aquella preciosa a la que he besado!
Toquen mariachis, canten vihuelas,
que hoy he de llevarle bajo las estrellas
y besarle en una serenata
a sus bellos ojos y a su alma entera.
¡Ay, ay, ay, ay!
¡Que se escuche el grito del enamorado
y resuenen trompetas que ya llega el charro!
a la luna le canto por enamorado.
Sombrero de fieltro y chapetas de cuerno,
alzada la frente y espuelas de plata,
airoso y valiente en la silla y machete.
Que soy de la tierra de los ahuehuetes,
magueyes de siembra y tunas al aire,
chaqueta dorada en gamuza y botones,
prendidas cananas que suenan mi nombre,
corbata de lana y sarape bordado
y un beso en el aire para enamorarla.
Bravío y arisco como el buen mariachi,
del lomo montado y en funda el revolver,
chaparrera y correones bien puestos y firmes
para echarle un grito a los valentones.
Y vengo cantando lo que canta el mirlo
por besar de nuevo sus labios y el trino,
los labios benditos que besara tanto.
Que se oigan los gritos pues no soy rajao,
que se oiga el revolver y corran al vado,
que yo he nacido para besarla
e hincarme en sus ojos por enamorado.
Lo canto y lo grito como buen jinete,
en la silla montado, en fuste dorado:
Es tan linda y hermosa
que besé la tierra que tocó su mano.
¡Que no hay mujer más bonita
y más bella
que aquella preciosa a la que he besado!
Toquen mariachis, canten vihuelas,
que hoy he de llevarle bajo las estrellas
y besarle en una serenata
a sus bellos ojos y a su alma entera.
¡Ay, ay, ay, ay!
¡Que se escuche el grito del enamorado
y resuenen trompetas que ya llega el charro!