El tiempo es un esquivo dromedario
que busca sus oasis en las almas. Es el Dios inflexible y desvelado,
habla un idioma siempre diferente. Su majestad nos viste de cenizas.
Devora posesiones, embelesos, presencias;
apaga el esplendor de los augurios,
y nos ofrece como frutos secos
a la muerte.
4 comentarios:
me impresiona leer este escrito, tan definitorio, de lo que es el tiempo en todas las cosas.
al final, todo se convierte, en tiempo que pasa...
te abrazo querida amiga
EL TIEMPO, COMO LA MUERTE, ES INVENCIBLE.
EL GRAN DEVORADOR, Y COMO TU DICES, LA MUERTE ESPERA SU FRUTO
TE ABRAZO QUERIDA AMIGA
Me pasó igual al leerlo por vez primera querida Abu, y aqui lo tienes.....
Otro abrazo amiga mia
Hay una selección muy buena en este blog... leo y disfruto... Un abrazo hasta alli.
Juan José
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