Voy hacia ti
como una rosa viva
deshojada en distancias
y en esperas...
No lo sabes aún.
Y no aceleras el encuentro
en la hora decisiva.
Voy hacia ti
con precisión altiva
y antes que yo
-oscuras mensajeras
del porvenir-
las grises hilanderas
van tejiendo
la trama fugitiva.
Estás en mí.
Y no eres el culpable:
algo de tu presencia
indescifrable
me dilata
en las venas
el latido
y se estira en mi piel
con grave alarde.
Mis pájaros se alargan en la tarde
y todo es tan perfecto,
que ya ha sido.
1 comentario:
Es muy hermoso, buena elección.
Besos.
Publicar un comentario