Sólo en sueños,
sólo en el otro mundo
del sueño te consigo,
a ciertas horas,
cuando cierro puertas
detrás de mí.
Y te estrecho,
poco a poco,
hasta mi sangre.
hasta mi sangre.
Te abrazas a mi abrazo,
y con mi mano en tu boca,
y con mi mano en tu boca,
te busco y te busco....
Al duro amanecer
estás desvaneciéndote
y entre mis brazos
y entre mis brazos
sólo queda tu sombra.