fire




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martes

AMOR ETERNO

Fallezco en el intento de tocarte, 
amor de tierra, espacio y piel, 
porque este viento sólo habla de tormentas 
y sombras que se rompen en pedazos.


Soy el beso virgen que prendido de tus ojos 
hace florecer todos sus campos; 
soy esa mujer, eternidad que yerra sola 
por la sombra, amor de manos ciegas.

Y tú, doliente rama de hojas transparentes, 
mil promesas, mares, cerros y collados.

Quiero cubrirme toda con tu cielo 
para desvestir mi piel inmóvil. 
Ven...desordena mi corazón, 
y mitiga el hondo sin fin de mi tristeza.

Amor efímero y eterno 
que se desploma en el adiós.

Seremos sombra y olvido 
tomados de la mano, 
dos almas que lloran 
en la oquedad del pensamiento. 
Tan libres, 
tú en el viento, yo en el secreto del mar; 
tú en los llanos y las sierras, 
yo en los hilos del sol y en los acantilados.

Fallezco en el intento de tocarte.

Amor efímero y eterno, 
el más puro, el más pequeño.

sábado

OTRA VEZ




La luz cae como una hoja seca 
para iluminarte todo...
estás largamente desnudo.

Otra vez tus dedos ansiosos 

traspasan mi pecho 
y el amor sube

en sílabas de humedad 
hasta mis senos.
Tus labios erizan el manto 
de mi piel hecha de lunas, 
mientras el
timbre de tu voz 

pone sonido al viento.
Otra vez tú y yo, 
campo y selva, 
bebemos del olvido 
en este 
impulso de serlo todo, 

con el deseo de extendernos 

por encima 

de la más alta pregunta, 

para traspasar 
las metas de los siglos.
Otra vez acortamos las rutas
 para vernos y cerramos 
el paso del, 
tiempo.
Mañana la noche estará 
vacía en tus brazos abiertos...

mi corazón se desprenderá 
como una campana entre tus dedos.
Déjame amarte de nuevo, 
y enterrar los miedos 
en los astros
quietos.
Quiero arrancar 
la tristeza, 
y extraviarla 
entre mis versos. 




lunes

NIÑO DE VIENTO

Volví a estremecer mis entrañas. 
Era la hora de la estrella, 
la hora en que llegarías a mi vida, 
desde un barco peregrino 
cargado de deseos.
Era la hora y así llegaste, 
acariciándome el corazón 
con el milagro de un latido, 
que se llenó de asombro 
con mis sueños.
Volví a estremecer mis entrañas 
y en mi vientre  creció tu amor prisionero, 
era la hora de la estrella, 
la hora en que llegarías a mi vida 
desatando la luz  en la sonrisa 
de los cielos.
Era la hora de volar 
y posarte sobre mis alas, 
para dejarte ir en los ríos del viento 
y encontrar mis huellas 
en universos de flores 
y campos sonoros.
Para jugar a ser noche, 
cielo y sol. 
Para bañarte de luz y
aprender palabras entre hojas.
Para conocer mi voz y sentirte mi dueño, 
bebiendo los colores 
como vino de lluvia.
Era la hora 
y así llegaste, 
amor silencioso 
que se perpetúa fundiendo 
sus ansias en las mías. 
Anclado en mi puerto 
con la eternidad del agua  y el recuerdo. 

sábado

LLAMAS HÚMEDAS (I-III)

I

Bésame hondo y agudo, con un amor de viva llama; con sed,
intensa, fuerte.
Bésame en la rasgada noche, mientras tiemblan las aves del
cielo. Cíñeme a la rosa más leve, al silencio total, a la
última estrella.

II

Quiero la trémula sombra de un ave, para oírte en el vuelo
del silencio, y dormir en ti, con el beso de tu honda, en
tu montaña pálida, con un poco de alas.
Nocturno mar, sube silencioso hasta mis senos, déjame
sentir tu paso enlazado de espumas y ser toda tuya, sobre
llamas húmedas.

III

Hoy el alma me pesa. Todo se apaga en mí, en un palpitar
leve fundido a mi cansancio. En la sombra que te sigue
susurrando, por este camino que es olvido y distancia.
Todo se apaga: este canto quieto en tus orillas, esta prisión
de sangre y niebla.



viernes

INACCESIBLE AMOR


En esta cárcel de mi alma 
giro sin huellas.

Soy la rosa ya palidecida,
la hoja temerosa que tiembla
entre tus alas,
un nido vacío.

Detrás de mí, están el suspiro largo y frío,
una lejana música,
ardida piel prohibida.

Soy un amor de soledad, lleno de sombra,
una fría ceniza de ilusión,
un vuelo silencioso.

Soy ese amor que corre por las noches largas
de ánforas plenas y ritmos azules.

Quisiera tocarte, y quedarme en tus oídos,
con el aire de mis palabras.

Amor primero,
íntimo,
tan mío.

lunes

A ESE HOMBRE



P
ienso en ese hombre que besa 
como si el mar fuera a
desbordarse, 
que siembra su sonrisa en mi piel 
con la altivez de
la espiga, que dibuja mi soledad 
sobre la niebla.
Pienso en ese hombre, dócil a mis ojos, 
fiel, pleno, íntegro.
En su vuelo humedecido sin tiempo 
y sin espacio.
Como primavera sobre el trigo del otoño.
Pienso en ese hombre que inventa soles, 
aguas de seda al tacto
y una verdad sencilla para amarme.
Ese hombre cierto, inconstante, mío.
En el callado temblor de sus latidos, 
en sus ojos de oscuros
desafíos.
Pienso en ese hombre que me espera 
con dulce arrobamiento.
En su cabello de trigo que me inunda 
en un pleamar de pétalos y
trinos.
Ese hombre:
Sol salvaje, 
río de música y silencio, 
pájaro en el alba.
Pienso en ese hombre 
y hay aroma en la música 
y color en el aroma, 
claveles recién abiertos 
y flores niveas 
en mis sueños.

jueves

HUNDIDO A MI SILENCIO



Me vestiré sin prisa,
mientras tu luz anida
en el gemido de mi pecho,
encadenada a tus surcos,
tus barrancos y tus selvas.
Me vestiré sin prisa con la piel solitaria,
hecha colina virgen y volcán en llamas.
Tendré la sangre en celo
encadenada a tu batalla,
y tú serás vertiente y filo
en el temblor de la mañana.
Mecido en el aroma de una paz frondosa,
beberás hasta el fondo mi conciencia.
Me vestiré sin prisa, absorta frente al agua,
al viento y a las rosas,
en el suspiro invisible que vela mi silencio,
con la alegría en los ojos
y un olor a ritmo y tierra.
Recorreré la ruta de tu cuerpo ya sin miedo,
y tú, ceñido a mí,
te fundirás tormentoso a mi silencio.
Y de nuevo sí...
encadenada a tu campo,
tu estanque y tu redil celeste,
improvisaré frutales y nidos de espumas.
Después, cuajado de tristeza... me acosarás,
y al pie de mi ventana dolerás entre mis dudas.
Me obligarás a quererte y te querré ,
lejos del río y de la entrega.

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